El líder necesitará desarrollar nuevas capacidades emocionales y de comunicación ante el teletrabajo
Recientemente Paolo Tafuri, General Manager para el Sur de Europa de Danone, aseguraba que una de las funciones de la comunicación interna debía ser dotar a las personas de herramientas adecuadas para manejar y transmitir sus emociones. Es un dato, una opinión, posiblemente sólo un comentario, pero además de proceder de un directivo altamente cualificado lo significativo es que coincide con algunas de las conclusiones de un reciente estudio elaborado por Paragon Partners, la firma de headhunting liderada por Antonio Núñez, y que ha contado por la colaboración de José Ramón Pin, Profesor del IESE Business School, uno de los mayores expertos en gestión de personas.
El estudio El líder ante las nuevas formas de trabajo post COVID analiza las ventajas y desventajas que trae consigo el teletrabajo. En este estudio han participado más de 2.320 altos directivos (de los cuales el 63% son CEOs, el 26% son Directores Corporativos de Personas y el 11% Altos Directivos con responsabilidad en el Comité de Dirección) de grandes compañías. La investigación ha revelado que el liderazgo a distancia exige un estilo de dirección basado en la DpO (Dirección por Objetivos) en lugar de la dirección por tareas. Esto supone, además, un cambio en las formas de comunicación y la necesidad de desarrollar sensibilidades emocionales diferentes.
Núñez y Pin concluyen que adaptarse a las restricciones COVID ha impulsado varios comportamientos que resultarán útiles a largo plazo. Por ejemplo, ahora todo el mundo está familiarizado con las videoconferencias, la generación y desarrollo de relaciones pueden tener lugar virtualmente con menos dependencia del correo electrónico y también ha florecido una mayor colaboración interdepartamental. Un dato significativo es que la realización de encuestas a empleados ha sido la herramienta más utilizada para contrastar en todo momento los diferentes aspectos involucrados en la implementación de nuevas formas de trabajo. El dato coincide con uno de los principales hallazgos del Estudio sobre la Comunicación Interna en España, presentado en junio pasado por Dialenga, según el cual las encuestas específicas (55,4%) son la herramienta más utilizada para conocer las opiniones de los empleados.
Empatía y regularidad
La encuesta de Parangon Partners ha descubierto que fortalecer la comunicación de los empleados y promover una comunicación abierta y frecuente con ellos es esencial, especialmente en momentos de crisis.
Esto sugiere que las empresas deben compartir actualizaciones más regulares sobre el estado de la empresa y las decisiones clave que afectan al trabajo y a la vida de los empleados y deben abordar directamente lo que las noticias difíciles significan para las personas de la organización. También es fundamental que los líderes y equipos de recursos humanos se comuniquen con empatía para que los empleados se sientan valorados y comprendidos. Igualmente es necesario cuidar más la comunicación externa y la imagen de la empresa en las redes, dado que los empleados dispersos pueden ser más influenciados tanto por los medios de comunicación como por las redes sociales.
La comunicación también es clave para el liderazgo remoto. Núñez y Pin recuerdan que «la tecnología nos proporciona cada vez más medios para que la comunicación sea instantánea, eficaz y prácticamente sin costo. Lo que no desaparecerá, aunque se reduzcan, son los viajes, ya que la presencia enriquece la información especialmente para garantizar el mejor funcionamiento de las operaciones remotas y para construir lazos de confianza y afecto entre las partes».
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