La comunicación interna como nueva disciplina

El pasado 29 de septiembre, durante el evento de presentación del Informe sobre la Comunicación Interna 2022 realizado por Dialenga y que tuvo lugar en SNGULAR Hub, José Manuel Velasco nos recordaba cómo durante la mayor parte del siglo XX, la Comunicación Interna tuvo una función puramente informativa top-down, en la que la Dirección de la empresa anunciaba los cambios en la organización o nuevas normas y procesos que los empleados se limitaban a observar. Durante este período, el canal de comunicación habitual era el tablón de anuncios, que solían estar ubicados tanto en las oficinas como en cualquier otra instalación, almacén o fábrica de la empresa.

A finales del S. XX llegaron las primeras intranets y, en ocasiones, también los portales de empleados, en los que las compañías comenzaron a poner a disposición del trabajador más información. En la mayor parte de los casos, estas comunicaciones también estaban relacionadas con procesos, normas y con documentación que facilitaba la labor administrativa y legal de Recursos Humanos. Ya entrado el nuevo siglo, algunas organizaciones se dieron cuenta que debían mantener un flujo de información con sus empleados, que fuera coherente con el posicionamiento de marca que pretendían para sus productos y servicios, de manera que no hubiera contradicciones entre lo que la empresa divulgaba hacia afuera y cómo eran trasladados esos mismos mensajes hacia adentro.

No obstante, ha sido en los últimos años cuando la Comunicación Interna ha ascendido como disciplina, convirtiéndose en una de las escasas vías que tiene la empresa para conformar esa CULTURA y ESTRATEGIA diferenciales en la gestión de equipos y del talento, que son los actores clave para el éxito en las organizaciones. Todos entendemos ya, que es necesario que la empresa fomente la comunicación transversal y la transparencia como argumentos para elevar el sentimiento de pertenencia y que las personas encuentren así más incentivos para aportar valor a las organizaciones en las que trabajan.

La mejor forma de conseguir equipos de trabajo conectados: comunicación interna efectiva

Pero además, con la aceleración que se ha dado en la implantación del trabajo en remoto, nos encontramos en un escenario que da varias vueltas de tuerca a la exigencia de tener una comunicación interna efectiva. Los modelos de trabajo full-remote e híbridos (entendidos bien como parte del tiempo en la oficina y parte de home office, o en su vertiente temporal de sincronía o asincronía), cambian completamente las opciones para establecer comunicación efectiva entre personas.

Esto plantea un nuevo problema, dado que los líderes (entendidos como referentes, personas con más experiencia, responsables de equipos o áreas y jefes inmediatos), figuras que tradicionalmente han sido los encargados de motivar, incentivar y construir vínculos con todo el equipo, están muy limitados hoy día para ejercer dicha labor. Esto se debe a que, simplemente, no van a disponer de la oportunidad de compartir espacio y tiempo de trabajo con muchas personas. Se rompen así las cadenas de transmisión de información, de valores, de aprendizaje y no se llegan a compartir esas «formas de hacer» en las que tradicionalmente se han apoyado las empresas para consolidar su Cultura y Estrategia como empresa.

Este efecto es innegable ya en muchos entornos, y se materializa en una mayor rotación que sufren muchas empresas. A las empresas les cuesta mucho más establecer un vínculo y una cercanía con sus empleados, que trabajan en remoto y a la vez se sienten «distantes» no sólo de sus compañeros de trabajo, sino también de sus jefes y de la marca de su empresa , no llegando a entender la cultura y lo que implica para ellos. Fenómenos como La Gran Renuncia, han llegado para quedarse, y está del lado de las empresas conseguir crear canales de comunicación que les permitan conectar con sus empleados en cualquier sitio y cualquier momento, superando las limitaciones que impone el trabajo en remoto y asíncrono.

Momento para reflexionar y escuchar a los empleados

No nos engañemos, serán las personas las que decidan cuándo, cómo y desde dónde quieran leer ese post, esa newsletter, ver tal vídeo o entrar en esa reunión donde esperamos que participen y se sumen a algunas de esas iniciativas que tenemos para que se den cuenta de que nos preocupamos de ellos, de que queremos que se sientan parte del grupo, de que valoramos sus talentos, aportaciones, esfuerzos, y de que ellos son importantes para construir el futuro de la organización.

La Comunicación Interna de las empresas que van a tener éxito, superarán el reto de poder llegar en cualquier momento y a cualquier lugar que se encuentre una persona de la organización que quiera «conectarse».

La Comunicación Interna es una de las pocas armas con las que cuenta la empresa para conseguir que la cultura y la estrategia de la empresa trascienda más allá del selecto grupo de líderes, ya que las nuevas limitaciones para llegar a cada persona en un entorno de trabajo «híbrido» (remoto y asíncrono), debilita las cadenas de transmisión personal tradicional. Afortunadamente, la misma tecnología que está empujando la migración a esquemas híbridos, es la que permite crear nuevos métodos de comunicación apoyados en soluciones como Dialenga. Un canal de comunicación especialmente diseñado para facilitar a la empresa esta ardua misión: impulsar el liderazgo, desarrollar el conocimiento, evolucionar la cultura e impulsar la estrategia empresarial.