Enfocar a nuestros empleados hacia una vida saludable permite mejorar su productividad
Si te pregunto por una herramienta que te permite aumentar un 20% la productividad de tus empleados es muy probable que ahora mismo estés pensando en una nueva metodología Ágil, o en un software que te ayude a conectar mejor con los empleados, que ayuda y muchísimo. Pero hoy quiero hablarte de otra solución muy diferente y que tienes mucho más a mano. Ya existen muchos estudios como este Measuring Health-Related Productivity Loss, que determinan la relación entre el estado de salud y la pérdida de productividad.
Y es que enfocar a nuestros empleados a una vida saludable nos va a favorecer con creces su rendimiento.
Algunos datos más que nos arroja en términos de productividad este estudio
- Las empresas con programas de salud y productividad exitosos tienen resultados comerciales y retornos financieros superiores.
- Más de la mitad (56%) de todos los participantes informaron tener al menos una afección de salud y el 31% informó tener un alto riesgo de tener problemas de salud.
- Las alergias y el sobrepeso / obesidad fue el factor de riesgo más prevalente.
- los participantes informaron un promedio anual de 1,99 días de trabajo perdidos debido a enfermedad y 9,04 días de trabajo limitados en la realización de tareas debido a la salud.
- El mayor coste de productividad de un empleado con un alto riesgo en su salud podía llegar hasta los 1.601 dólares por año.
Hoy en día nos movemos en un entorno «antinatural» para nuestro organismo y para el que evolutivamente nuestros genes no están diseñados: Nos pasamos la mayor parte del día sentados, comemos más de 5 o 6 veces al día, bebemos a sorbos y continuamente, la temperatura y la luz que nos rodea es a medias y siempre la misma (termostato, calefacción, A/C), los medicamentos «resuelven» la infección, la higiene alrededor es extrema, nos sentimos solos y nuestros problemas son más los derivados de nuestras emociones y angustias anticipando el más allá y el tener qué.
Un entorno que, en la mejor de las situaciones, nos lleva a tener una menor energía, a vivir a medio gas, menor movilidad, motivación y un mayor peso corporal y en lo que afecta a nuestro trabajo se refleja en una clara disminución de la productividad. Y lo cierto es que cada día vemos crecer y crecer enfermedades como el síndrome metabólico, disbiosis intestinal, depresión, obesidad, sobrepeso, enfermedades cardio y cerebrovasculares, neurodegeneración o cáncer. Hemos entrado en un estilo de vida en el que hemos dejado de lado hacer lo que es bueno para nuestro cuerpo y nuestra salud y hemos priorizado cosas que «creemos» son más importantes…, pero sin salud no vamos a ningún lado.
¿Cómo logramos mejorar nuestros niveles de salud o cómo nos reenfocamos de nuevo para sentirnos mejor?
«El desarrollo de hábitos saludables por su parte, requiere la repetición de la conducta a lo largo del tiempo y mucha voluntad del sujeto para mantenerse en la emisión de las mismas antes de que éstas se automaticen (Lally et al., 2010), por lo que los programas enfocados al desarrollo de hábitos alimentarios saludables deben brindar acompañamiento continuo y a largo plazo».
Por eso un método completo requiere herramientas 360 que abarquen la parte conductual, el acompañamiento, conocimiento, motivación y que trabaje de manera rigurosa, científica y ordenada todos los aspectos que influyen en nuestra salud.
Esta es la razón por la que en Gooder apostamos por la nutrición antiinflamatoria ya que nos ofrece restaurar el equilibrio perdido y una visión completa, trabajando aspectos como:
- La alimentación, teniendo en cuenta: El mantenimiento de un nivel de glucemia estable, alimentación antioxidante y depurativa, el cuidado de nuestra microbiota intestinal y mantener el equilibrio de los ácidos grasos esenciales Omega 3 y Omega.
- El ejercicio efectivo, que no sólo nos mejora la movilidad y la composición corporal, sino que regula nuestro sistema hormonal y una filosofía de vida activa.
- El descanso y equilibrio de nuestros ritmos circadianos.
- La correcta gestión del estrés a través de herramientas que activen nuestro sistema parasimpático.
- La reconexión con nuestras señales físicas y emocionales para conocernos y tomar mejores decisiones.
Todo esto integrado de tal forma que la incorporación de hábitos sea efectiva y sostenible en el tiempo y eso hoy en día, gracias a la ayuda de la tecnología como la que nos ofrecen las apps de comunicación como Dialenga, es posible crear un canal bienestar para tus empleados y mantener un entorno saludable.
El resultado, aplicado a la empresa, es un empleado con más vitalidad para que pueda enfocarla en su día a día.
Por concluir con un último dato referido a la productividad, en el estudio que hacíamos referencia al principio también concluía que aquellos empleados que no creían que su entorno laboral los ayudaría a ser más saludables física y emocionalmente tenían más probabilidades de tener una caída en los niveles de productividad. Es un importante dato con el que nos podemos quedar pero siempre sin olvidar que una vida saludable es una vida de mayor calidad y, en definitiva, felicidad.
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